VIRUS DEL
PAPILOMA HUMANO

El Virus del Papiloma Humano (VPH o HPV, por sus siglas en inglés) es un virus de la familia Papillomaviridae que puede afectar la piel, la boca, la zona genital o anal.

¿Qué es?

Existen más de 200 tipos de virus, cada uno identificado con un número específico y que se pueden dividir en dos grandes grupos (2): 

Los VPH “de bajo riesgo”, asociados a lesiones benignas, como verrugas, y que no evolucionan a lesiones precancerosas o cáncer.

Los VPH “de alto riesgo”, pueden provocar anormalidad en las células, generando lesiones precancerosas que, con el tiempo, pueden evolucionar y convertirse en un cáncer. Los tipo VPH 16 y el VPH 18 causan el 70% de los casos de cáncer de cuello uterino (2).

Aunque la mayoría de las infecciones por VPH son transitorias y desaparecen por sí solas y no causan cáncer, existen infecciones que persisten en el tiempo y sí pueden derivar a esta enfermedad si no son diagnosticadas en el momento adecuado.

¿Cómo se transmite?

Se transmite de una persona a otra, en el contacto piel con piel cuando hay heridas o lesiones expuestas o durante el contacto sexual (3). No se contrae por usar inodoros o compartir cubiertos, o en una piscina de natación.

Es un virus muy frecuente y de fácil transmisión. Aproximadamente 4 de cada 5 personas van a contraer alguno o varios de los tipos de VPH en algún momento de su vida. Tanto jóvenes adultos cisgénero y transgénero pueden contraer el virus. Asimismo, el 90% de las infecciones por VPH desaparecen en 2 años y por sí sola gracias al efecto del sistema inmune (4).

Personas sexualmente activas

CáNCER CERVICOUTERINO

El cáncer cervicouterino es un tipo de cáncer que se origina en el cuello del útero (en la parte inferior del útero que se conecta con la vagina) y se manifiesta inicialmente a través de lesiones que, tras una lenta y progresiva evolución en el tiempo, generan esta enfermedad.

El cáncer cervicouterino afecta principalmente a mujeres jóvenes, de entre 35 y 55 años.  En Chile, mueren a diario cerca de 2 mujeres por esta enfermedad; y, en el mundo, es la cuarta causa más frecuente de cáncer en la mujer (4).

Aproximadamente, el 99% de los casos de pacientes con cáncer cervicouterino están relacionados con la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH) de alto riesgo, sobre todo VPH 16 y 18 (5). Este virus puede tardar entre 10 y 15 años en desarrollar la enfermedad y es posible que no sea detectado por el PAP (por cada tres mujeres diagnosticadas con cáncer, una tuvo su último PAP informado como normal).

Por lo mismo, el cáncer cervicouterino puede prevenirse casi en la totalidad de los casos si se detecta a tiempo la presencia de los Virus del Papiloma Humano y mucho antes de que se produzca una lesión en el cuello del útero, lo que se relaciona con un alto riesgo de generar transformaciones cancerosas (6). En este sentido, es clave que las mujeres y hombres trans asistan a sus controles ginecológicos anuales, con el fin de detectar a tiempo el riesgo de desarrollar la enfermedad.